Berta es una niña extremadamente ordenada, tanto que –al igual que los juguetes-; esconde sus sentimientos y es recelosa de mostrar a los demás las emociones. Un pequeño conflicto en la escuela genera una inquietud que no es capaz de deshacer ni siquiera a través de su “terapia” habitual (hacer puzles); las piezas del juego conforman el “monstruo” al que debe hacer frente de una vez por todas para convertirse al fin en una niña feliz y comunicativa, y en ese proceso necesitará la escucha activa por parte de sus seres queridos. Una propuesta para pequeños lectores que aborda, de forma distinta, la manera de gestionar las emociones en la primera infancia. Estructurada en formato de álbum ilustrado, las imágenes -de grandes dimensiones-; están presentadas a sangre, en colores vivos y protagonizadas por personajes en los que se enfatiza la expresividad, tónica habitual en algunos de sus trabajos anteriores.
Berta es una niña extremadamente ordenada, tanto que –al igual que los juguetes-; esconde sus sentimientos y es recelosa de mostrar a los demás las emociones. Un pequeño conflicto en la escuela genera una inquietud que no es capaz de deshacer ni siquiera a través de su “terapia” habitual (hacer puzles); las piezas del juego conforman el “monstruo” al que debe hacer frente de una vez por todas para convertirse al fin en una niña feliz y comunicativa, y en ese proceso necesitará la escucha... Seguir leyendo
Las cajas de Berta
Esta es Berta.
A Berta le gusta su pelo largo y liso.
También le gustan los colores: el verde, el rojo, el azul... Pero separados y sin mezclar.
Berta es una niña muy ordenada. La mochila, la habitación, la cama...
Cada cosa tiene su lugar y de ahí no se tiene que mover.