Titulado como el cuento italiano del siglo XVI, antecedente literario de La Bella y la Bestia, el relato detalla el afán de supervivencia de un cerdo que, cansado de formar parte de la comitiva de manjares sacrificados para el disfrute del monarca (un rey que, por cierto, de tanto comer carne porcina corre el riesgo de transformarse en uno de ellos); decide emprender la huida cuanto intuye que se acerca el momento de convertirse en primer plato del menú palaciego. Al contrario que sus antecesores, el protagonista prefiere la búsqueda de nuevos horizontes a concluir el periplo vital como parte ineludible de un proceso que considera absurdo. En esa fuga tiene lugar un suceso que aporta nuevos bríos a la trama. El apartado gráfico corre a cargo del emblemático Emilio Urberuaga, fiel a su estilo y humor. A modo de anécdota, para los lectores más curiosos, señalar que el ilustrador hace un simpático auto-homenaje en uno de los pasajes del cuento. Un divertido y mordaz texto que incita a reflexionar en una lectura compartida sobre los resortes que perpetuaban el vasallaje, e incluso conflictos contemporáneos como el consumo desmedido de carne, al mismo tiempo que permite practicar una interpretación más relajada en la que destacan pequeños trazos de humor.
Titulado como el cuento italiano del siglo XVI, antecedente literario de La Bella y la Bestia, el relato detalla el afán de supervivencia de un cerdo que, cansado de formar parte de la comitiva de manjares sacrificados para el disfrute del monarca (un rey que, por cierto, de tanto comer carne porcina corre el riesgo de transformarse en uno de ellos); decide emprender la huida cuanto intuye que se acerca el momento de convertirse en primer plato del menú palaciego. Al contrario que sus antecesores, el protagonista prefiere la... Seguir leyendo
El Rey Cerdo
Érase una vez un Rey al que le encantaba comer cerdo.
Del cerdo le gustaba todo, desde sus orejas rosadas
hasta la punta de su colita.
- ¿Por qué no pruebas algo distinto? -le decía la Reina-. Tanta carne de cerdo no te conviene. ¡Cada vez estás más gordo y te salen más granos!