En una etapa en la que es importante inculcar los buenos hábitos de higiene como es la infancia, la literatura también puede servir para afianzar, con un texto en clave de humor, esos avances que permitan comprender a los niños/as determinadas acciones que, involuntariamente, protagonizan en su día a día. La onicofagia está considerada un trastorno obsesivo compulsivo y, sin embargo, muchas veces no se le concede la importancia necesaria a lo largo de los primeros años de vida para modificar o adivinar el origen de ese comportamiento. Sara no es consciente, pero durante todas las actividades que realiza tiende a canalizar sus nervios e inquietudes a través del mordisqueo de sus uñas. La abuela, a través de un procedimiento tan ingenioso como aparentemente desagradable, encuentra la solución perfecta utilizando como base una de sus suculentas creaciones culinarias. Destacan las recreaciones gráficas que la joven ilustradora salvadoreña, afincada en Madrid, Brenda Figueroa ha compuesto para escenificar la historia, en la que alterna la disposición horizontal y la vertical y apuesta por colores vivos y primeros planos para representar a los personajes. Seguro que muchos padres, madres y educadores agradecen este refuerzo en sus consignas diarias para cimentar la adquisición de hábitos higiénicos saludables en los más pequeños de la casa.
En una etapa en la que es importante inculcar los buenos hábitos de higiene como es la infancia, la literatura también puede servir para afianzar, con un texto en clave de humor, esos avances que permitan comprender a los niños/as determinadas acciones que, involuntariamente, protagonizan en su día a día. La onicofagia está considerada un trastorno obsesivo compulsivo y, sin embargo, muchas veces no se le concede la importancia necesaria a lo largo de los primeros años de vida para modificar o adivinar el... Seguir leyendo
Morderse las uñas
Antes de irse a dormir, Sara lee su libro de aventuras y se muerde las uñas. Mientras tanto, dentro de su cuerpo, pasan cosas asombrosas...
- ¡Intrusos! -protestan los dientes-. ¡Fuera de aquí! Solo queremos morder alimentos como: manzanas, tomates, pimientos...
De repente, una uña despistada se adentra en el túnel.
- ¡Cuidado, que me arañas! -se queja la garganta al verla pasar.
La uña continúa hasta una señal que la detiene.