Llega a la redacción de Canal Lector por primera vez una historia que fue publicada originalmente hace veintidós años, y acaba de ser recuperada por la editorial tras cosechar grandes éxitos a lo largo de estas dos décadas (se incluyó en las selecciones del Plan Nacional de Lectura de Portugal y del Club Kirico –las librerías eligieron este libro como uno de los 150 mejores para el público infantil aquel año-; y ha vendido más de 30.000 ejemplares) La carrera de Rocío Martínez, hoy muy consolidada tras treinta años de trayectoria, se había iniciado poco tiempo atrás y supuso uno de los primeros trabajos que impulsaron su doble rol como autora e ilustradora. A través de una familia de gatos humanizados conocemos los miedos que los sonidos de la casa producen en el más pequeño. Al igual que ocurriría en un hogar habitado por personas acude rápidamente a sentir la protección de sus progenitores. La madre, de forma inteligente, finge los mismos temores para ayudar a comprender al protagonista la naturaleza de sus miedos infundados y el verdadero origen de esas onomatopeyas, pero no todas las cosas están tan claras...  Tan dulce como efectivo a la hora de reforzar la autoconfianza de los primeros lectores, en cada escena se atisba ya el estilo gráfico con el que la artista madrileña ha despuntado en la LIJ durante estos primeros lances del XXI y distintos detalles, como la presencia de una juguetona rana, que dibujará muchas sonrisas en los pequeños.

Llega a la redacción de Canal Lector por primera vez una historia que fue publicada originalmente hace veintidós años, y acaba de ser recuperada por la editorial tras cosechar grandes éxitos a lo largo de estas dos décadas (se incluyó en las selecciones del Plan Nacional de Lectura de Portugal y del Club Kirico –las librerías eligieron este libro como uno de los 150 mejores para el público infantil aquel año-; y ha vendido más de 30.000 ejemplares) Seguir leyendo