Tiene ruedas y pedales, cadenas y un manillar, te ahorra gasolina aunque te haga sudar. Lo sabes de sobra, hablamos de la bicicleta, un vehículo maravilloso, respetuoso con la naturaleza, que además nos proporciona salud. Entonces, ¿por qué no está extendido su uso cotidiano por igual en todas las partes del mundo? Con datos rigurosos y amenos las autoras trazan una breve historia de este medio de transporte y comparan el impacto que tiene en los ciudadanos de diversos países, también esbozan la necesidad de extender su utilización como medida efectiva para paliar el daño que se está ocasionando al medio ambiente y para ayudar a la población de muchas culturas que verían una apreciable mejora en sus vidas si tuvieran acceso a ellas. Las ilustraciones alternan primeros planos con detalles que permiten conocer de cerca a los personajes que presentan (como los inventores del velocípedo y los pedales); la revolución que supuso la expansión de los modelos más ligeros o plegables (tanto para la liberación de la mujer como para los avances de las tropas en las dos guerras mundiales del siglo XX); o la progresiva construcción de carriles específicos en las ciudades que ayudan a que, poco a poco, sea más sencillo y viable escoger esta opción barata y saludable para nuestros desplazamientos cercanos.
Tiene ruedas y pedales, cadenas y un manillar, te ahorra gasolina aunque te haga sudar. Lo sabes de sobra, hablamos de la bicicleta, un vehículo maravilloso, respetuoso con la naturaleza, que además nos proporciona salud. Entonces, ¿por qué no está extendido su uso cotidiano por igual en todas las partes del mundo? Con datos rigurosos y amenos las autoras trazan una breve historia de este medio de transporte y comparan el impacto que tiene en los ciudadanos de diversos países, también esbozan la... Seguir leyendo
BICICLETAS
La bicicleta es el vehículo más utilizado del mundo. En algunos lugares, es el único medio de transporte, aparte de ir a pie. Dos ruedas, un manillar, un sillín y... ¡en marcha!
Sirve para ir de un sitio a otro, para trabajar, hacer deporte o divertirse. No consume gasolina y no contamina, porque solo necesita la fuerza de las piernas. Cada año se fabrican en el mundo 140 millones de bicicletas, el triple que de coches. ¡Vamos, súbete a la bici!