Las historias de amistad entre animales humanizados han sido retratadas en innumerables ocasiones en el seno de la literatura infantil, por eso resulta destacable que el autor afronte esta premisa de una forma original, emotiva y algo diferente a lo habitual. La foca Mila, una intrépida aventurera, hace una parada en una de sus travesías marítimas para descansar. El sitio elegido es un pequeño islote desde cuya cima percibe la realidad de forma distorsionada, como comprueba con el paso de un inmenso buque que cruza la zona. En ese relajado escenario conoce, de forma un tanto escatológica, a un nuevo y divertido amigo, la gaviota Carlos. Entre ambos surge una química instantánea y juegan durante largas horas, pero las obligaciones familiares y una gran tormenta separan los destinos de ambos protagonistas. ¿Podrán volver a estar juntos alguna vez? Y sobre todo, ¿resistirá Mila los envites del temporal? Una sentimental reflexión sobre el valor de la amistad bañada en grandes ilustraciones, a sangre y en doble página, marinas que capturan con belleza el paraje oceánico en el que coinciden las vidas de estos entrañables personajes.
Las historias de amistad entre animales humanizados han sido retratadas en innumerables ocasiones en el seno de la literatura infantil, por eso resulta destacable que el autor afronte esta premisa de una forma original, emotiva y algo diferente a lo habitual. La foca Mila, una intrépida aventurera, hace una parada en una de sus travesías marítimas para descansar. El sitio elegido es un pequeño islote desde cuya cima percibe la realidad de forma distorsionada, como comprueba con el paso de un inmenso buque que cruza la zona. En ese... Seguir leyendo
La roca de Mila y Carlos
La foca Mila adoraba
navegar en busca de aventuras.
Le gustaba descansar en las rocas del mar.
Y un día, encontró una especial.
Era como una isla pirata,
o una cueva del tesoro.
En la roca parecía que no había nadie,
y Mila quiso subir a la cima.
Desde allí, todo se veía muy pequeño.