Sir David Attenborough desvela en el prólogo a este libro informativo ilustrado la semilla del proyecto Planeta Azul, una serie homónima de éxito arrollador cuya grabación duró cinco años y en la que se desvelaban todo tipo de informaciones sobre el mundo submarino. Tomando el testigo de aquellos documentales, los autores recogen la semilla sembrada por el conocido divulgador (sigue en activo camino de cumplir los 95 años) para mostrarnos con rigurosidad una gran cantidad de datos e imágenes extraídas de diferentes rincones del planeta. Emily Dove construye para la ocasión una variada carta de infografías y representa fielmente la anatomía de distintos animales, desde los extraños habitantes de las profundidades, en el "límite de lo desconocido", hasta los pobladores de los arrecifes de coral, los bosques submarinos, las costas o el interior del océano. En el camino hay tiempo para analizar también el impacto que la incontrolada construcción de viviendas a pie de mar está provocando en el ecosistema o para glosar la figura de numerosos héroes y colectivos comprometidos con su defensa, aportando diversas ideas sugeridas por los científicos para preservar su variedad y, al mismo tiempo, ayudar a nuestro querido planeta azul. Los textos han sido firmados por la periodista y autora de literatura infantil Leisa Stewart-Sharpe, especializada en obras con las que trata de concienciar a los jóvenes en la importancia de conservar la naturaleza.
Sir David Attenborough desvela en el prólogo a este libro informativo ilustrado la semilla del proyecto Planeta Azul, una serie homónima de éxito arrollador cuya grabación duró cinco años y en la que se desvelaban todo tipo de informaciones sobre el mundo submarino. Tomando el testigo de aquellos documentales, los autores recogen la semilla sembrada por el conocido divulgador (sigue en activo camino de cumplir los 95 años) para mostrarnos con rigurosidad una gran cantidad de datos e... Seguir leyendo
PLANETA AZUL II
La primera vez que vi la cámara de un nadador chocar con el hocico de un tiburón fue en 1956. Estaba trabajando para la BBC cuando un montador entró entusiasmado desde la sala de al lado. Me pidió que mirara algo especial. Allí, en la parpadeante pantalla de su máquina de montaje, estaba la imagen de un enorme tiburón. Acto seguido, pulsó un botón. El tiburón cobró vida y nadó directamente hacia la cámara. Vi las hileras de colmillos blancos y triangulares de sus mandíbulas.