Al igual que en aquella inolvidable película de 1978 (El Gran miércoles), esta obra recoge con belleza y rigurosidad el verdadero espíritu del surf, una práctica que ya los antiguos polinesios consideraban “un placer y una experiencia espiritual”. Utilizando exclusivamente una paleta de colores basada en dos tonalidades, el autor traza un emotivo recorrido, formal y sentimental, por la historia de este deporte (con menciones a Duki Kahanamoku, The Big Kahuna, atleta hawaiano considerado el inventor del surf moderno; o los libros de Tom Blake, pura filosofía “surfera”); compartiendo leyendas, creencias y un estilo de vida que sigue teniendo cada vez más adeptos en todas las partes del planeta, pero en realidad es el trasfondo de un trágico relato mediante el que conocemos a Kristin a través de la mirada de las personas más cercanas a ella. Una propuesta autobiográfica en la que AJ Dungo recuerda y homenajea a su pareja, amante del surf, luchadora incansable contra el cáncer que, con su actitud vital, muestra a los jóvenes la valentía y la esperanza como armas frente al miedo y la muerte. El autor, en viñetas siempre abiertas en las que inserta numerosas referencias a la cultura popular (aparecen desde Michael Jackson hasta el videojuego The Legend of Zelda: Ocarina of Time); comparte escenas íntimas para narrar sin tapujos la dureza de los tratamientos de quimioterapia o momentos más especiales vividos a su lado. Los editores, comprometidos con esta causa, donan un 5% del importe de las ventas del cómic a la investigación y ayuda en las terapias contra la enfermedad.
Al igual que en aquella inolvidable película de 1978 (El Gran miércoles), esta obra recoge con belleza y rigurosidad el verdadero espíritu del surf, una práctica que ya los antiguos polinesios consideraban “un placer y una experiencia espiritual”. Utilizando exclusivamente una paleta de colores basada en dos tonalidades, el autor traza un emotivo recorrido, formal y sentimental, por la historia de este deporte (con menciones a Duki Kahanamoku, The Big Kahuna, atleta hawaiano considerado el inventor... Seguir leyendo
Viene y va
“He de reconocer que no soy el más cualificado para enseñaros algo sobre surf. No soy más que un turista entusiasmado.
No puedo reivindicar el surf como algo propio, pero sus personajes resuenan en mí. Compartimos la obsesión por coger olas, un respeto profundo por el océano y un corazón roto.”