Una reducida "caravana" de "abuelos" ha acudido al pueblo en respuesta al anuncio que los urbanitas han difundido a través de internet para conseguir cumplir las reglas que rigen el concurso que se lleva a cabo en el Valle del Espistao, en plenas fiestas. El equipo compite frente a los lugareños, los forasteros y los rurales, representación humorística de todas las tipologías de habitantes del medio rural especialmente reconocibles en épocas estivales. El problema de la despoblación, los mejores ingredientes de las historias de pandillas, aventuras en las que pueden verse reflejados los lectores de varias generaciones, y cuyo espíritu también guía algunas series en streaming seguidas de forma masiva en la actualidad, es recogido con mucho humor y hará las delicias de todo aquel que haya vivido o crecido en un entorno similar. Las andanzas del grupo de amigos, a quienes es imposible imaginar sin la artesanal representación de Eugenia Ábalos, una de las voces más personales de la ilustración actual, constituyen un soplo de aire fresco en las novelas de esta tipología orientadas a la franja de edad preadolescente, una apuesta "intergeneracional" que retoma el espíritu de películas y otras obras que, sin duda, han jalonado también la vida de los propios autores. ¿Será verdad que el recierzo trae mala suerte? ¿Hasta dónde llegarán en la "competición"? La respuesta la tienes en 166 entretenidas páginas que dibujan una sonrisa en el rostro durante todo el proceso. 

Una reducida "caravana" de "abuelos" ha acudido al pueblo en respuesta al anuncio que los urbanitas han difundido a través de internet para conseguir cumplir las reglas que rigen el concurso que se lleva a cabo en el Valle del Espistao, en plenas fiestas. El equipo compite frente a los lugareños, los forasteros y los rurales, representación humorística de todas las tipologías de habitantes del medio rural especialmente reconocibles en épocas estivales. El... Seguir leyendo

El concurso de los abuelos

Cerca de aquí, entre las monumentales montañas de los Pirineos, se encuentra el valle de Espistao. La historia de este lugar ha sido un no parar de auges y caídas.

Comenzó hace un porrón de años, en el Cenozoico. Por aquel entonces, la Tierra era un polvorín y las capas tectónicas no sabían estarse quietas. Al principio, se formó una cordillera que colocó a Espistao bien arriba, presumido. Fue su primer auge.

Pero inmediatamente después las placas tectónicas se movieron un poquito más y... ¡bruuuum!