Tras la toma de Troya por los aqueos, el destino de los supervivientes no era muy halagüeño. Es esta la gesta de una familia troyana y sus vicisitudes tras la destrucción de su ciudad. Centrándose en el proceso de adaptación de los dos miembros más jóvenes a la nueva realidad, cuenta una historia sobre el espíritu de superación ante la adversidad. La cuidada ambientación histórica da a conocer aspectos de la vida en la antigüedad. El uso de dos voces narrativas muestra los hechos de primera mano y ofrece las distintas perspectivas con que se pueden apreciar unos mismos acontecimientos. Tras la toma de Troya por los aqueos, el destino de los supervivientes no era muy halagüeño. Es esta la gesta de una familia troyana y sus vicisitudes tras la destrucción de su ciudad. Centrándose en el proceso de adaptación de los dos miembros más jóvenes a la nueva realidad, cuenta una historia sobre el espíritu de superación ante la adversidad. La cuidada ambientación histórica da a conocer aspectos de la vida en la antigüedad. El uso de dos voces narrativas muestra los hechos de primera mano y ofrece las distintas perspectivas con que se pueden apreciar unos mismos acontecimientos.

Los fugitivos de Troya

Unos pueblos, los aqueos, que habitaban lo que hoy se conoce como Grecia, atravesaron el mar Egeo al final del segundo milenio antes de Cristo y destruyeron la ciudad de Troya, situada cerca de la costa occidental de la actual Turquía. Los verdaderos motivos de esta destrucción no los conocemos, pero los efectos fueron devastadores. No quedó piedra sobre piedra.