Ser "una criatura decente" en una familia de delincuentes es un auténtico problema. Por eso Linus recibe tratamiento del psicólogo Dr. Agua, un amigo de sus padres, que ayuda a asumir las historias de vida que ya su abuelo le adelantó: todos sus antepasados se han dedicado a practicar diversas modalidades dentro del mundo del hampa. Y en ese particular modus vivendi hay un rito iniciático que, por supuesto, el joven protagonista tampoco ha llevado a cabo. Todos los Filstrup obtienen un antifaz tras cometer su primer acto delictivo para después lucirlo con orgullo. Las cosas cambian cuando en el colegio, ámbito en el que -para mayor insatisfacción de sus parientes- también destaca; durante la celebración de un exámen tiene lugar el robo de todo el dinero ahorrado durante diez años para la construcción del polideportivo. El Sr. Occitano lee las conclusiones del primer informe pericial de la policia: las pruebas apuntan a que el ladrón ha sido...¡Linus Filstrup! ¿Creéis esta tesis? ¿Habrá sucumbido nuestro protagonista a las tentaciones del lado oscuro sobre el que crece se asienta su árbol genealógico? Humor negro y por momentos canalla aderezan este cómic, hilado con una voz narrativa ágil e hilarante, que señala sin tapujos otros defectos de la sociedad actual tan delictivos como los tradicionalmente asociados al parentesco del personaje principal.
Ser "una criatura decente" en una familia de delincuentes es un auténtico problema. Por eso Linus recibe tratamiento del psicólogo Dr. Agua, un amigo de sus padres, que ayuda a asumir las historias de vida que ya su abuelo le adelantó: todos sus antepasados se han dedicado a practicar diversas modalidades dentro del mundo del hampa. Y en ese particular modus vivendi hay un rito iniciático que, por supuesto, el joven protagonista tampoco ha llevado a cabo. Todos los Filstrup obtienen un antifaz tras cometer su... Seguir leyendo
FILSTRUP
Antes de que todo cambiara para siempre
Ya sé que mucha gente va a al psicólogo, pero no creo que en la historia de la humanidad haya muchos casos como el mío: a mi me llevaron al psicólogo porque no robaba. Suena raro, ¿verdad?. Pues, por mucho que cueste creerlo, fue así. Y, por si fuera poco, me visitaba el Dr. Agua, una de las máximas autoridades mundiales en trastornos delincuenciales.
- Linus Filstrup, ¿me estás diciendo que esta semana tampoco has robado nada?