Troti es un unicornio siberiano que ha cautivado a lectores de toda España con sus originales aventuras a través del tiempo, algunos/as han llegado a él mediante las lecturas recomendadas del colegio, otros a través de librerías y bibliotecas, atraídos por ese siempre ingenioso imán narrativo que maneja Begoña Oro. Al igual que ocurrió con Rasi, uno de los anteriores protagonistas icónicos que la autora aragonesa ha regalado a la literatura infantil, la estrategia de SM comercializando la mascota que representa al personaje a la vez que las dos primeras aventuras, ha permitido que se introduzca "silenciosamente" en buena parte de las casas. En lo que se refiere al apartado estrictamente literario, las andanzas de este peculiar animal y de su núcleo familiar aportan el humor característico de la narradora, que combina referencias actuales con otras propias del tiempo en el que comienza la historia, y dos tramas (Los desastres de Troti y Los Mug, atrapados en el móvil); centradas en explotar y parodiar las características que definen la personalidad de sus integrantes: una abuela amante de la lectura, la pintura, los deportes e inventos. Pop, un padre enorme y bonachón; Uri, el más pequeño y más fiel compañero de Troti, y su buena amiga Mia, de quién descubriremos las singulares peripecias por las cuales llegó a convertirse en su vecina. Sin olvidarnos de Verdi, una planta que ayudará a los niños/as a valorar la importancia de tener siempre a mano un pequeño fragmento de la naturaleza. Para estas ediciones se apuesta por la letra caligráfica con el objetivo de favorecer el proceso de autonomía lectora que suele culminarse en las edades a las que va dirigido. Seguro que quién haya descubierto ya esta colección estará esperando con impaciencia nuevos capítulos...
Troti es un unicornio siberiano que ha cautivado a lectores de toda España con sus originales aventuras a través del tiempo, algunos/as han llegado a él mediante las lecturas recomendadas del colegio, otros a través de librerías y bibliotecas, atraídos por ese siempre ingenioso imán narrativo que maneja Begoña Oro. Al igual que ocurrió con Rasi, uno de los anteriores... Seguir leyendo
Los desastres de Troti
En las cuevas de antes
no había muchas cosas.
No había cajas, ni mesas, ni sillas.
No había vasos, ni había vajilla.
No había libros, ni plantas en macetas.
No había juguetes, ni había maletas.
En las cuevas de antes,
había mucho sitio para trotar.