SM apuesta por un relato muy alejado de los parámetros comerciales que a veces imperan, una novela autoconclusiva, característica no tan frecuente en el género fantástico, del autor y profesor de Dramatización y Escritura Creativa para niños y jóvenes Gabriel Sánchez, en el que integra personajes y apuntes sugeridos en sus anteriores propuestas. El creador, que ya fue finalista del premio Gran Angular con Corazón de rayo, configura la trama en la misma cartografía que imaginó para "El aprendiz silencioso" y "El vals de las hadas malditas". Ciravela y Varalice avanzan sumidas en una siniestra realidad con incentivos diferentes, objetivos que terminan por confluir a medida que comprueban que el Bosque de los Reflejos, cuanto más denso, menos certezas ofrece. Escrito con una gran riqueza léxica entrelazando las dos voces de los personajes principales, la novela bebe de clásicos como Alicia en el país de las maravillas o contemporáneos como El nombre del viento, y aporta una nómina de secundarios igualmente destacables, giros argumentales para mantener viva la llama de la curiosidad y originalidad desbordante en cada capítulo. El creador sugiere incluso una banda sonora, compuesta por El Estudio del Colibrí, para ofrecer la experiencia más completa al lector adolescente, que encontrará ecos de los sentimientos, preocupaciones y búsqueda identitaria común a su edad.
SM apuesta por un relato muy alejado de los parámetros comerciales que a veces imperan, una novela autoconclusiva, característica no tan frecuente en el género fantástico, del autor y profesor de Dramatización y Escritura Creativa para niños y jóvenes Gabriel Sánchez, en el que integra personajes y apuntes sugeridos en sus anteriores propuestas. El creador, que ya fue finalista del premio Gran Angular con Corazón de rayo, configura la trama en la misma cartografía que... Seguir leyendo
El bosque de los reflejos
LA PASARELA
CIRAVELA
Siento que vivo en el interior de un espejo roto. Todo a mi alrededor se desdibuja como un reflejo distorsionado de la realidad. Si hubiese nacido aquí, todo me parecería normal. Pero una vez viví en la ciudad, fui una persona corriente, y ese hecho me susurra que ahora estoy atrapada en un sueño raro al que nunca termino de adaptarme.