La pequeña protagonista no puede dormir. Su padre, mientras termina los quehaceres diarios, trata de averiguar las razones que impiden el descanso y la respuesta es tan insólita como increíble: ¡hay una vaca en la cama! A pesar de los sucesivos intentos por localizar al mamífero entre las sábanas (y a los amigos con los que juega a las cartas o al escondite), todas las búsquedas resultan infructuosas. Sin embargo la niña no miente, está segura de que ese gran problema impedirá conciliar el sueño. Cuando las cosas parecen calmadas un enorme mugido rompe el silencio de la noche... Una simpática historia para compartir a la hora de dormir en la mejor compañía, para descansar con una sonrisa y confirmar aquello que dice el refrán: los niños siempre dicen la verdad. Jorge Martín ha aderezado el libro ilustrado con escenas a sangre, en la que aparecen los protagonistas en primeros o grandes planos, con una vistosa combinación cromática que aporta atractivo a la trama para aquellos que están dando sus primeros pasos autónomos en el hábito lector.
La pequeña protagonista no puede dormir. Su padre, mientras termina los quehaceres diarios, trata de averiguar las razones que impiden el descanso y la respuesta es tan insólita como increíble: ¡hay una vaca en la cama! A pesar de los sucesivos intentos por localizar al mamífero entre las sábanas (y a los amigos con los que juega a las cartas o al escondite), todas las búsquedas resultan infructuosas. Sin embargo la niña no miente, está segura de que ese gran problema impedirá conciliar el... Seguir leyendo
Hay una vaca en mi cama
- Cariño, ¿por qué no estás en la cama?
- Papá, no puedo dormir...
- ¡Hay una vaca en mi cama!
- ¿Dónde está la vaca?
- Quizás se ha escondido...
- Pero, pero... ¡Había una vaca! ¡Te lo prometo!