Cuando conozcas la leyenda de Rosa-Luna y los lobos comprenderás algunas cosas que suceden por las noches. En el pueblo de los Nunca-Contentos reina la intolerancia y el egoísmo. Su falta de alegría no les permite aceptar que haya alguien, nuestra protagonista, que cante y manifieste sus ganas de vivir. El resquemor va en aumento hasta el punto de que no toleran siquiera su presencia física, por lo que reunidos y animados por un pérfido alcalde deciden alejar a ella y a sus amigos carnívoros a través de un método violento y expeditivo. Curiosamente será esa forma de expulsar a los condenados la que dé origen al satélite que nos acompaña incansablemente. Una siniestra leyenda en la que se atisban trazos de crítica social y repudia expresa a los prejuicios y la intolerancia, a veces arraigada en determinada parte de la sociedad, escrita y dibujada por la siempre brillante artista parisina Magali Le Huche, que tan buenos momentos ha regalado a la LIJ en la última década.
Cuando conozcas la leyenda de Rosa-Luna y los lobos comprenderás algunas cosas que suceden por las noches. En el pueblo de los Nunca-Contentos reina la intolerancia y el egoísmo. Su falta de alegría no les permite aceptar que haya alguien, nuestra protagonista, que cante y manifieste sus ganas de vivir. El resquemor va en aumento hasta el punto de que no toleran siquiera su presencia física, por lo que reunidos y animados por un pérfido alcalde deciden alejar a ella y a sus amigos carnívoros a través de un... Seguir leyendo
Rosa-Luna y los lobos
Esta historia transcurre en el pueblo de los Nunca-Contentos, cuando la Luna aún no existía. La noche era siempre oscura y los habitantes jamás estaban alegres.
En ese pueblo vivía una mujer que se llamaba Rosa-Luna. Rosa-Luna era bonita, Rosa-Luna era gordita, su piel era clara como el día y sus mejillas, rosadas como las de una muñeca de porcelana.