Todo ocurrió de forma inesperada. Comenzó con un insistente picor de nariz y, en unas pocas horas, el protagonista pasó de un rutinario día de colegio a una vida de señor mayor. ¡Tenía pinta de ser muy divertido! Ya no tendría que pedir de puntillas, tendría algo de dinero en el bolsillo e incluso le encontraría gustirrinín al amargo sabor del café (y más con un churro dentro mientras lee la prensa) Pero, ¿realmente es lo que deseaba? Gustavo Roldán y la narradora oral Inma Muñoz convierten en realidad esa expresión que tantas veces se escapa, sin pensarlo muy bien, de la boca de los niños: ¡Cómo me gustaría ser mayor! Sin embargo, como demuestran los autores, las cosas no son tan idílicas. Los mayores decimos: ¡Cómo nos gustaría volver a ser niños! Dibujos caricaturescos y dinámicos, con plumilla y retoques digitales a partir de una reducida gama de tonalidades, imprimen a la narración el ritmo necesario para no abandonar la sonrisa en todo el relato.
Todo ocurrió de forma inesperada. Comenzó con un insistente picor de nariz y, en unas pocas horas, el protagonista pasó de un rutinario día de colegio a una vida de señor mayor. ¡Tenía pinta de ser muy divertido! Ya no tendría que pedir de puntillas, tendría algo de dinero en el bolsillo e incluso le encontraría gustirrinín al amargo sabor del café (y más con un churro dentro mientras lee la prensa) Pero, ¿realmente es lo que deseaba? Seguir leyendo
Me lo he pensado mejor
Cuando me desperté, senti un pequeño picor en la nariz. Me preparé un vaso de leche caliente y, mientras me lo tomaba, empezó a picarme más aún. Era como si tuviera una familia de hormigas bailando salsa allí dentro.
Me siguió picando mientras me vestía con el uniforme del colegio, mientras me lavaba los dientes y mientras me ataba los cordones de los zapatos. Cada vez picaba más. Cada vez más fuerte.