Tras las vacaciones llega el momento de volver a clase. También para Zuk, una nueva protagonista que irrumpe con fuerza en el panorama del cómic infantil europeo. Ella no es una una niña como las demás, a pesar del anonimato que confiere la gran ciudad, y tarde o temprano estamos seguros de que los compañeros descubrirán que es, en realidad, una bruja. Identidad que aprovecha al máximo en su propio beneficio cuando surgen los problemas. Las historietas, presentadas en un formato que confiere mayor peso al narrador y con escaso uso de bocadillos o viñetas enmarcadas, están concebidas por uno de los artistas más respetados de la nouvelle bande dessinée, Serge Bloch, que en esta ocasión cede el rol de ilustrador a Nicolas Hubesch, otro viejo conocido del tebeo para pequeños lectores, quien atribuye unas carismáticas peculiaridades a la protagonista en sus alocadas andanzas. En estos dos primeros números publicados en España conocemos su realidad cotidiana desde distintos vértices (la escuela, una visita al museo, su familia, los días de descanso en la playa o sus excursiones invernales a la montaña); siempre con el buen humor como hilo conductor y la inclusión de un juego o una divertida actividad DIY a modo de epílogo.
Tras las vacaciones llega el momento de volver a clase. También para Zuk, una nueva protagonista que irrumpe con fuerza en el panorama del cómic infantil europeo. Ella no es una una niña como las demás, a pesar del anonimato que confiere la gran ciudad, y tarde o temprano estamos seguros de que los compañeros descubrirán que es, en realidad, una bruja. Identidad que aprovecha al máximo en su propio beneficio cuando surgen los problemas. Las historietas, presentadas en un formato que confiere mayor peso al narrador y con escaso uso de bocadillos o viñetas... Seguir leyendo
ZUK
En una ciudad muy grande, muy grande del otro extremo del mundo, entre edificios muy grandes, muy grandes, hay una casita muy pequeña.
Aquí es donde viven Zuk y su familia.
Zuk es una niña encantadora, como todas las niñas.
Su papá, Holachicos, tiene un coche enorme, como todos los papás.