María Menéndez-Ponte atesora una larga trayectoria en el campo de la literatura infantil y juvenil jalonada de éxitos en los que demostraba conocer en profundidad el imaginario adolescente. Lejos de quedarse anclada en el tiempo, a base de empaparse de la personalidad de esos chicos y chicas de hoy a los que trata en su realidad cotidiana, ha seguido construyendo pequeñas historias en las que plasma las percepciones e inquietudes de las nuevas generaciones. Siguiendo un esquema que bebe de los clásicos del género (las pandillas, las relaciones personales, los sentimientos intensos...); nos presenta las andanzas cotidianas de un grupo de amigos, "El club de los valientes"; en el que hay espacio para todo tipo de personalidades. En cada episodio tratan asuntos que están presentes en el día a día de las generaciones Z y Alfa, y denuncias de aquellas lacras que tienen que seguir soportando, como el bullying. En esta ocasión, de nuevo al calor de las ilustraciones de Dani Ruiz (que aplica la herencia de algunos conceptos gráficos del manga en sus diseños digitales en blanco y negro); aparecen temas como la identidad de género y la diversidad inherente al tiempo que vivimos, invitando a los chicos y chicas a mostrarse tal cual son, sin tapujos ni miedos. Siguiendo la estela de las publicaciones norteamericanas orientadas al segmento Middle Grade, la editorial opta por introducir tipografías y rotulaciones de diferentes estilos para remarcar palabras o destacar momentos concretos de la trama.
María Menéndez-Ponte atesora una larga trayectoria en el campo de la literatura infantil y juvenil jalonada de éxitos en los que demostraba conocer en profundidad el imaginario adolescente. Lejos de quedarse anclada en el tiempo, a base de empaparse de la personalidad de esos chicos y chicas de hoy a los que trata en su realidad cotidiana, ha seguido construyendo pequeñas historias en las que plasma las percepciones e inquietudes de las nuevas generaciones. Siguiendo un... Seguir leyendo
El club de los valientes
Evelyn apenas ha podido pegar ojo en toda la noche.
No ha parado de dar vueltas y más vueltas.
Su cama es un rebujo de sábanas.
La manta está prácticamente caída.
Media funda de la almohada ha quedado colgando.