La nueva entrega, tras "El caso del canario", de las más que recomendables aventuras de Miss Cat, posiblemente una de las series de cómic infantil más talentosas de los últimos tiempos; comienza con un pequeño homenaje a Edward Hopper, con la viñeta en la que la protagonista aparece en la barra de su heladería preferida junto a Ole, el camarero-pulpo de lenguaje tan inteligible (excepto para ella); como descacharrante que ayuda a ahogar sus penas en leche caliente con canela (qué mejor forma de hacerlo). Cuando parece que las vacaciones van a ser deprimentes, por la precaria economía de la gata, reciben una llamada de Griselda invitando a ambos a pasar una temporada en una cabaña junto a la estación de esquí de Snoboll. La ilusión del encuentro desemboca en una copiosa merendola, a base de queso y salmón ahumado. Pero, como decía Cervantes, de cenas plenas están las tumbas llenas. El atracón genera una tortuosa noche, jalonada de pesadillas, que da pistas al lector sobre los senderos que va a tomar la imaginativa narración. La desaparición de Semolinetta, una galleta con vida propia, prima hermana de cualquier gingerbread; la extraña presencia del Rey de los montones de nieve, con su máquina invernal trabajando a pleno rendimiento entre los esquiadores que usan las pistas; o los inquietantes descubrimientos que Cat realiza en la trastienda de la pizzería de Lucifredo son partes fundamentales de un puzle de misterio en el que encontramos sorpresas, y mucho buen humor, a cada página. Además de los homenajes y referencias indirectas a elementos de la mitología nórdica o de la cultura popular, la personalidad de la galleta remarca la importancia de conceptos como el consentimiento y valores clave contra el machismo que demuestran, con su torpe actitud, los peligrosos enamorados que aparecen en la trama como personajes secundarios. Miss Cat volverá en "El caso del gato malvado", y todos sus fans ya están deseando acompañar a esta sagaz aventurera en sus nuevas investigaciones...

La nueva entrega, tras "El caso del canario", de las más que recomendables aventuras de Miss Cat, posiblemente una de las series de cómic infantil más talentosas de los últimos tiempos; comienza con un pequeño homenaje a Edward Hopper, con la viñeta en la que la protagonista aparece en la barra de su heladería preferida junto a Ole, el camarero-pulpo de lenguaje tan inteligible (excepto para ella); como... Seguir leyendo