El segundo capítulo de la serie Malditas maldiciones redunda en los mismos mecanismos argumentales de la obertura. Acompañamos a los hermanos en sus pesquisas para resolver los enigmas que provocan los desos negativos, uno de las cuales generó que sus padres, dueños de una compañía que custodia edificios, objetos de valor y personas; mantengan un estado letárgico desde el episodio anterior. Tras las aventuras en Toledo se produce un reencuentro con Ernesto Ovella y surgen nuevos e inesperados conflictos para Lorenzo y Rata, que tendrán que hacer frente a inquietantes protagonistas como Zote, Jorge y Estrella. Escenarios cotidianos, una institutriz inquietante, malos malísimos, toques de humor y una inteligente visita a las leyendas de viejo cuño, con el sello inconfundible de uno de los grandes ilustradores y autores de cómic españoles (Bartolomé Seguí es Premio Nacional de Cómic y ha sido reconocido por sus guiones y dibujos con los más altos galardones en el Salón del Cómic de Barcelona o en los Premios de la Crítica, además de gozar del aprecio de la crítica internacional); un puzle que permite mantener la buena salud y el interés de una original colección.
El segundo capítulo de la serie Malditas maldiciones redunda en los mismos mecanismos argumentales de la obertura. Acompañamos a los hermanos en sus pesquisas para resolver los enigmas que provocan los desos negativos, uno de las cuales generó que sus padres, dueños de una compañía que custodia edificios, objetos de valor y personas; mantengan un estado letárgico desde el episodio anterior. Tras las aventuras en Toledo se produce un reencuentro con Ernesto Ovella y surgen nuevos e inesperados... Seguir leyendo
Malditas maldiciones
Resulta extraño descubrir que las maldiciones existen. Más extraño aún saber que tus padres están prisioneros de un sueño sobrenatural. Y más extraño y siniestro descubrir que la persona en la que confías es, en realidad, una especie de hechicero y el culpable de todo. Pero lo más extraño, lo más irreal, lo más desquiciante es que, después de todo esto, te obliguen a hacer los deberes.