Don Prisas, como tantos otros (esperamos que no te sientas identificado); salta de la cama cada mañana al son del despertador, y empieza su carrera cotidiana en una estructurada ruleta de actividades que apenas deja tiempo para fijarse en las pequeñas cosas por las que merece la pena vivir. A esa velocidad es normal que se produzcan despistes, olvidos, que no advierta la presencia de, incluso, personajes tan famosos como Spiderman a través de la ventana. Pero, a veces, la fortuna traza caminos inesperados y brinda nuevas oportunidades para cambiar de actitud. ¿Aprovechará la ocasión el protagonista para transformar sus hábitos y filosofía vital? Paco Mir nos ha hecho disfrutar toda una vida con sus espectáculos junto al resto de Tricicle, posiblemente la mejor compañía española (y tal vez del mundo) de teatro cómico basada en el lenguaje gestual. A lo largo de su trayectoria profesional, además de participar en la escritura de sus sketches, también ha desarrollado una amplia y variada carrera como guionista, historietista o autor de relatos, entre otras cosas. Con anterioridad había publicado, por ejemplo, viñetas para revistas como El Jueves o el emblemático TBO; también novelas para adultos. Se trata del segundo cuento para niños, en esta ocasión escrito e ilustrado por él, tras El monumento a la cometa, obra que vio la luz en esta misma editorial con dibujos de Raquel Diaz Reguera. El colorido universo gráfico que plantea esconde numerosos personajes y objetos que el lector debe encontrar participando en un juego interactivo de agudeza visual. En el epílogo se incluye el listado completo de "cosas insólitas" para descubrir, entre las que se incluyen algunos homenajes indirectos a, por ejemplo, Tintín (a ver si encontráis el cohete con el que viajó a la Luna...)
Don Prisas, como tantos otros (esperamos que no te sientas identificado); salta de la cama cada mañana al son del despertador, y empieza su carrera cotidiana en una estructurada ruleta de actividades que apenas deja tiempo para fijarse en las pequeñas cosas por las que merece la pena vivir. A esa velocidad es normal que se produzcan despistes, olvidos, que no advierta la presencia de, incluso, personajes tan famosos como Spiderman a través de la ventana. Pero, a veces, la fortuna traza caminos inesperados y brinda nuevas oportunidades... Seguir leyendo
DON PRISAS
Sonó el despertador y,
como un muelle,
don Prisas saltó de la cama
sin darse cuenta de que por la noche
había entrado lluvia por la ventana,
que un cuadro se había descolgado
y que dos mil trece hormigas,
más o menos, estaban desayunando
el resto de la magdalena que se
zampó antes de dormir.