A base de fragmentos de madera y poderosas secuencias que describen la angustia de los protagonistas, Paula Carbonell e Isidro Ferrer componen un alegato antibelicista que captura el horror de la guerra, un álbum imprescindible que simboliza el sinsentido de los conflictos bélicos, jalonado de momentos dramáticos llevados a escena por un reducido dramatis personae: dos hermanos y sus padres, que intervienen en un segundo plano. Juntos abandonan la escuela, a instancias de la maestra, y pronto se ven obligados a refugiarse en un escondite, al que su madre les conduce mediante el juego ante el aviso de las alarmas antiaéreas. Con un puñado de frases, descripciones que sintetizan la tensión y una colección de escenas desnudas de artificios, el proyecto alcanza máxima intensidad y sirve como grito común a favor de la paz en el mundo. Podemos afirmar que nos encontramos ante uno de los mejores trabajos, dirigidos al segmento de edad infantil y juvenil -aunque en realidad, para cualquier edad-; de cuantos se han publicado este año, que reafirma a Carbonell y Ferrer como dos de los autores más originales del panorama actual. El artista gráfico, con sus fotografías de personajes construidos con materiales naturales, genera un clima que representa a la perfección la tensión creciente que destila la trama, escrita con las palabras precisas por la narradora oral valenciana. Imprescindible.
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NO
Mi hermano y yo íbamos a la escuela;
mi amigo no llegó.
La maestra dijo que regresáramos a casa.
Mi hermano y yo no la encontrábamos.