En tiempos turbios, leer a William Steig siempre reconforta. En la trama de esta conocida historia, reeditada con elegancia por Blackie Books (vio la luz por primera vez allá por 1974); subyace una apología de valores fundamentales para la convivencia armónica, y sin embargo los interlocutores son dos animales humanizados muy distintos entre sí: el ratón Amos y la ballena Boris; ambos demuestran grandes capacidades empáticas, hasta el punto de salvarse de sendos naufragios, mecidos por un mismo amor, el mar, en cuyos peligrosos recovecos tienen lugar las aventuras que el añorado autor neoyorkino relata con audacia. Steig tiene la capacidad de dibujar una sonrisa en el lector mientras le acuna con un relato que pone en valor la fuerza de la solidaridad y los nobles sentimientos inherentes a la amistad, cuando es verdadera y leal. Encuadrado en la colección "Grandes álbumes", estamos ante uno de los libros ilustrados más hermosos del "rey de las caricaturas", de cuya imaginación nacieron también personajes irrepetibles como Shrek, Irene la valiente o la pareja de roedores que regenta la consulta del odontólogo De Soto. Una joya para lectores de cualquier edad.
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En tiempos turbios, leer a William Steig siempre reconforta. En la trama de esta conocida historia, reeditada con elegancia por Blackie Books (vio la luz por primera vez allá por 1974); subyace una apología de valores fundamentales para la convivencia armónica, y sin embargo los interlocutores son dos animales humanizados muy distintos entre sí: el ratón Amos y la ballena Boris; ambos demuestran grandes capacidades empáticas, hasta el punto de salvarse de sendos naufragios, mecidos por un mismo amor, el mar, en cuyos... Seguir leyendo
AMOS y BORIS
Amos era un ratón que vivía junto al océano. Le encantaba el océano. Le encantaba su olor. Le encantaba escuchar el sonido de las olas rompiendo en la orilla y los remolinos de agua llenos de piedrecitas.
A menudo pensaba en el océano, y se preguntaba cómo serían las tierras lejanas que habría al otro lado. Un día empezó a construir un barco en la playa. Trabajaba en él durante el día, y por las noches estudiaba navegación.