El invierno ha llegado y, con él, múltiples posibilidades de pasarlo bien en los nevados espacios naturales que rodean la casa en la que se ha reunido la pandilla, un grupo que tal ver recuerde a los lectores anteriores andanzas en otros momentos vitales, retratadas con esa fascinante estética que generan los lápices de colores, con posterior retoque digital, que maneja con tanta elegancia la artista castellonense Verónica Fabregat. ¡Cuántas cosas se pueden hacer solo en este momento! Descensos en trineos (con sus inevitables "aterrizajes forzosos"); grandes muñecos con extremidades de palo y una gruesa bufanda al cuello, iglús, batallas de bolas, observación silenciosa de animales en libertad, una merienda calentita o, simplemente, un "aleteo" feliz sobre el manto helado, con una estética al más puro estilo de "Eternal Sunshine of the Spotless Mind". La colección de libros sin palabras Akimira sigue regalándonos estos maravillosos instantes de felicidad, con una edición coherente con las consignas de trabajo habituales en esta editorial (proyectos realizados con materiales reciclados, de bosques próximos y certificados FSC, que garantizan la sostenibilidad y la reducción del uso de plásticos).
El invierno ha llegado y, con él, múltiples posibilidades de pasarlo bien en los nevados espacios naturales que rodean la casa en la que se ha reunido la pandilla, un grupo que tal ver recuerde a los lectores anteriores andanzas en otros momentos vitales, retratadas con esa fascinante estética que generan los lápices de colores, con posterior retoque digital, que maneja con tanta elegancia la artista castellonense Seguir leyendo