Un ratón de campo invita a comer a su casa a un ratón de ciudad. En la sobremesa, el urbanita reconoce las bondades de la vida rural, pero le insta a visitar su hogar, -en realidad, como va a comprobar, no una residencia como imagina pues "todas las casas son su casa"-; para que se dé cuenta de lo excitante que resulta la existencia cotidiana, llena de peligros, con el acecho de los humanos, pero repleta de sabrosos atractivos y retos por superar. Topotipo, acostumbrado a su apacible experiencia rodeado de naturaleza, pasa un miedo atroz durante la travesía y tiene claras sus preferencias: mejor vivir en paz y con hambre que en tensión y rodeado de peligros. «Beatus ille» a través de la aventura de los roedores, escenificada con bellas ilustraciones dispuestas a sangre y perfiladas mediante grafito, carboncillo y posterior retoque digital. Un álbum con aroma de clásico que se disfruta a cualquier edad e incita a huir a algún lugar más amable, ¿quizá cerca del bosque...?
Un ratón de campo invita a comer a su casa a un ratón de ciudad. En la sobremesa, el urbanita reconoce las bondades de la vida rural, pero le insta a visitar su hogar, -en realidad, como va a comprobar, no una residencia como imagina pues "todas las casas son su casa"-; para que se dé cuenta de lo excitante que resulta la existencia cotidiana, llena de peligros, con el acecho de los humanos, pero repleta de sabrosos atractivos y retos por superar. Topotipo, acostumbrado a su apacible experiencia rodeado de naturaleza, pasa un... Seguir leyendo
Topotipo y Topotapo
Topotipo, ratón de campo, invitó a comer a Topotapo, ratón de ciudad. Se sentaron, tomaron un almuerzo sencillo, bebieron agua fresca, charlaron. Con la cola barrían muy despacito el suelo. De fuera les llegaba el susurro del viento y el zumbido de los insectos.