Laura Gallego regresa a la actualidad literaria con la tetralogía Cuatro Lunas, que se presenta con el capítulo "Mareas de magia". Una mise en place en donde nos acercamos a la figura del protagonista, Milo, un sencillo cabrero que vive entre las montañas, y Doria, una niña cuya familia pertenece a la nobleza. La zona es un punto de encuentro de aventureros pues alberga una leyenda, la del dragón del Pico Brumoso. El avistamiento de este animal fantástico impulsa al joven a iniciar una peregrinación a otras tierras, en la que tendrá oportunidad de cimentar amistades inolvidables. Una aventura épica a la altura de las grandes propuestas con las que la autora valenciana ha forjado su mito en la literatura infantil y juvenil, poblada de trepidantes momentos de acción (la trama transcurre en una carrera contra el tiempo); personajes carismáticos, némesis y reencuentros. La escritora confesaba recientemente que este relato ya estaba entre sus bocetos hace catorce años, y anuncia, para alegría de los fans, la publicación de los siguientes episodios en un muy corto periodo de tiempo. La saga está ambientada en un mundo de fantasía clásico, pero contiene también giros disruptores que demuestran que Gallego sigue en plena forma, cautivando también a las nuevas generaciones de lectores. La cubierta está firmada por la joven artista barcelonesa Anna Franquesa, a quien conocemos por su trabajo en "Aventuras en Japón" (Harper Kids, 2022)
Echa un vistazo a la extensa y reconocida carrera de Laura Gallego
Laura Gallego regresa a la actualidad literaria con la tetralogía Cuatro Lunas, que se presenta con el capítulo "Mareas de magia". Una mise en place en donde nos acercamos a la figura del protagonista, Milo, un sencillo cabrero que vive entre las montañas, y Doria, una niña cuya familia pertenece a la nobleza. La zona es un punto de encuentro de aventureros pues alberga una leyenda, la del dragón del Pico Brumoso. El avistamiento de este animal fantástico impulsa al joven a iniciar una... Seguir leyendo
Cuatro lunas 1. Mareas de magia

La primera vez que Milo oyó hablar del dragón del Pico Brumoso, tenía solo diez años y había acudido a la plaza a disfrutar de los festejos de la cosecha. Se había organizado un pequeño mercado, con algunos vendedores llegados de otras partes del valle. También había músicos decididos a hacer bailar a todo el mundo, y un veterano juglar relataba historias de tiempos pasados desde lo alto de un escaño.
En torno a este último se había reunido un grupo de niños entre los que se encontraba Milo. Se había acercado a ellos con curiosidad, pero no tardó en sentirse decepcionado.