Con imaginación y creatividad, el autor de El castillo de los cuatro vientos atrapa a los lectores en un ambiente de misterio. Es preciso aguzar la inteligencia para no sucumbir a las dudas y poder encontrar finalmente lo que se está buscando. Un tesoro históricamente valioso sirve a la vez para potenciar en los niños el valor de las cosas que son realmente importantes, como los buenos libros y los viejos aparatos que guiaron los pasos de los navegantes de antaño.Con imaginación y creatividad, el autor de El castillo de los cuatro vientos atrapa a los lectores en un ambiente de misterio. Es preciso aguzar la inteligencia para no sucumbir a las dudas y poder encontrar finalmente lo que se está buscando. Un tesoro históricamente valioso sirve a la vez para potenciar en los niños el valor de las cosas que son realmente importantes, como los buenos libros y los viejos aparatos que guiaron los pasos de los navegantes de antaño.
El castillo de los cuatro vientos
Georges daba vueltas por la estación de Lyon esperando a su hermana. No era la primera vez que la casa de Clavroche era objeto de una intentona de robo. La bella residencia del siglo XIX, que pertenecía a la familia desde hacía tres generaciones, a menudo suscitaba el interés de ladrones de todo tipo, desde el asaltador de medio pelo hasta los timadores que intentaban entrar haciéndose pasar por anticuarios.