Jota de corazones
Hasta ahora siempre había pensado que saber dónde empieza una historia es bastante más fácil que saber dónde termina. Para el comienzo de ésta, para ese «érase una vez» que dará pie a todo lo demás, elegiré el preciso momento en que me pregunté si Emilio, Daniel y Humberto me prestaban dinero porque eran mis amigos, o si eran mis amigos porque me prestaban dinero.