La editorial canaria reedita una obra que, en su momento -año 2019-, obtuvo numerosos reconocimientos como la inclusión en el listado The White Ravens o en las selecciones de IBBY México. Se ha respetado la apariencia y secuenciación de las páginas de aquella primera versión, que alterna la poética narrativa de la autora ovetense con las ilustraciones, algunas a página completa, otras aderezando los párrafos con pequeños detalles, firmadas por Alicia Varela, artista gijonesa que está labrando una sugerente carrera en el territorio de la literatura infantil y juvenil (recordamos, especialmente, sus aportaciones en el álbum "El arenque rojo" (SM); o en el diario "Cuando fuimos tortugas" (Nube de Tinta). Malka es metáfora de inquietudes, desde su dolor tras la marcha de su abuela, la niña emprende un largo viaje, iniciático, jalonado de encuentros con diversos personajes que avivan sus dudas. ¿Estará la anciana junto a Dios? ¿Sobrevivirá el recuerdo de su sonrisa a las tormentas más intensas? No siempre hay respuestas para todas las preguntas. En los bosques, en islas, en el hogar... la añoranza está presente en cada espacio, pero los sabores y el amor de otros seres queridos reconstruyen, aunque sea parcialmente, el sentir de la pequeña, que con sus ideas incita a los lectores a reflexionar sobre conceptos como vida y muerte. Prosa elegante e intensa al son de imágenes siempre sugerentes para tratar temas que, hasta hace unos pocos años, no eran frecuentes en la LIJ.
Otras obras de Mónica Rodríguez en CL
La editorial canaria reedita una obra que, en su momento -año 2019-, obtuvo numerosos reconocimientos como la inclusión en el listado The White Ravens o en las selecciones de IBBY México. Se ha respetado la apariencia y secuenciación de las páginas de aquella primera versión, que alterna la poética narrativa de la autora ovetense con las ilustraciones, algunas a página completa, otras aderezando los párrafos con pequeños detalles, firmadas por Alicia Varela, artista gijonesa que... Seguir leyendo
El viaje de Malka

Los barcos
Tal vez porque Malka era muy pequeña le gustaba mirar el cielo. Perderse en el azul oscuro y ancho y contar las estrellas. Se tumbaba en la arena de la playa. Dejaba que el aire volara sobre ella y también todas aquellas luces.
A veces la abuela se sentaba a su lado, le decía los nombres de las estrellas y le contaba historias de mar.