Duelo
Éramos tres: Jonny, el chico más fuerte de la clase; Sam, que era temerario como un piloto japonés y sabía menear las orejas, y yo. No, esperad. Eso no vale.
Éramos siete, siete sabuesos aventureros y con ojo de lince. Y teníamos también un perro, un perro grande, verdaderamente listo, que podía disparar un arma si era necesario y mentir sin ponerse colorado. Sí, juntos éramos invencibles, éramos...