Matilda es genial. Sin haber cumplido los cinco años ya ha leído mucho y tiene asombrosos conocimientos. Sus mediocres padres, sin embargo, la consideran una inútil. Por eso decide desquitarse. Y cuando empieza a ir a la escuela, se enfrenta a la terrible señorita Trunchbull. Entonces, hace algo maravilloso.
Matilda construye su visión del mundo, se apasiona por los libros y desarrolla capacidades nada comunes a su edad. Un increíble y tierno argumento con el que el autor hace un retrato esperpéntico de la familia, la escuela y determinados comportamientos sociales. El autor critica un determinado modelo de adulto, y lo hace con humor, un brillante manejo de las palabras y un profundo respeto por la infancia. Las ilustraciones de Quentin Blake, cargadas de expresividad, resaltan los personajes positivos y son voraces caricaturas de los puestos en cuestión.
Matilda es genial. Sin haber cumplido los cinco años ya ha leído mucho y tiene asombrosos conocimientos. Sus mediocres padres, sin embargo, la consideran una inútil. Por eso decide desquitarse. Y cuando empieza a ir a la escuela, se enfrenta a la terrible señorita Trunchbull. Entonces, hace algo maravilloso.
Matilda construye su visión del mundo, se apasiona por los libros y desarrolla capacidades nada comunes a su edad. Un increíble y tierno argumento con el que el autor hace un retrato esperpéntico de la familia, la escuela y... Seguir leyendo
Matilda
Ocurre una cosa graciosa con las madres y los padres. Aunque su hijo sea el ser más repugnante que uno pueda imaginarse, creen que es maravilloso.
Algunos padres van aún más lejos. Su adoración llega a cegarlos y están convencidos de que su vástago tiene cualidades de genio.
Bueno, no hay nada malo en ello. La gente es así. Sólo cuando los padres empiezan a hablarnos de las maravillas de su descendencia es cuando gritamos: "¡Tráiganme una palangana! ¡Voy a vomitar!"