Nocturnos
Sin duda estáis todos intranquilos por no haberos escrito en tanto tiempo. Seguro que mi madre está enojada y Clara pensará que llevo aquí una vida disipada y que he olvidado por completo a mi ángel, a pesar de lo hondamente que está su imagen grabada en mi corazón y en mi mente. Pero no es así; cada día, cada hora pienso en todos vosotros y, en dulces sueños, se me aparece la encantadora imagen de mi querida Clara, y sus serenos ojos me sonríen con tanto encanto como cuando iba a veros.