Sin duda, la magnífica edición de este cuento, sus ilustraciones, llenas de fuerza y dramatismo, su acertada traducción y, sobre todo, la brillante literatura que nace de la pluma de Jack London constituyen una de las iniciativas más importantes en literatura juvenil que hayan podido realizarse. ¡Enhorabuena a quien elige este libro para recomendarlo a un inquieto adolescente! Por cierto: del gran London al genial Dostoievski hay sólo un pequeño paso. Si ayudamos al joven lector a darlo, más temprano que tarde nos lo agradecerá.Sin duda, la magnífica edición de este cuento, sus ilustraciones, llenas de fuerza y dramatismo, su acertada traducción y, sobre todo, la brillante literatura que nace de la pluma de Jack London constituyen una de las iniciativas más importantes en literatura juvenil que hayan podido realizarse. ¡Enhorabuena a quien elige este libro para recomendarlo a un inquieto adolescente! Por cierto: del gran London al genial Dostoievski hay sólo un pequeño paso. Si ayudamos al joven lector a darlo, más temprano que tarde nos lo agradecerá.
Encender un fuego
El día amanecía gris y frío, muy gris y muy frío, cuando el hombre abandonó la gran pista del Yukón y trepó el abrupto terraplén por donde se adivinaba un sendero poco frecuentado que se dirigía hacia el este a través de un espeso bosque de abetos.