Un hombre que sólo puede ser visto por los niños, Skywalker, pasa todos los días de pie en la puerta del supermercado pidiendo ayuda o dinero a la gente, ya que es muy pobre. Raquel, una niña curiosa, descubre su secreto y comienza a hablar con él. En el fondo, una metáfora interesante subyace a este cuento: la gente pobre aparece como invisible a nuestros ojos de adultos. Pero los niños son más sensibles y pueden percibir el lado oscuro de la sociedad. Enseñarles a transitar un camino de amistad y solidaridad se convierte entonces en una buena idea.
Un hombre que sólo puede ser visto por los niños, Skywalker, pasa todos los días de pie en la puerta del supermercado pidiendo ayuda o dinero a la gente, ya que es muy pobre. Raquel, una niña curiosa, descubre su secreto y comienza a hablar con él. En el fondo, una metáfora interesante subyace a este cuento: la gente pobre aparece como invisible a nuestros ojos de adultos. Pero los niños son más sensibles y pueden percibir el lado oscuro de la sociedad. Enseñarles a transitar un camino de amistad y solidaridad se convierte... Seguir leyendo
Mi nombre es Skywalker
Desde que instalaron el gran supermercado enfrente de su casa, a Raquel le encanta asomarse a la ventana y mirar a la calle. Antes no le gustaba, se aburría pronto porque en ella nunca pasaba nada, como si la vida de verdad estuviera siempre en otra parte. Pero ahora hay un continuo ajetreo de coches que van y vienen.