Pocas cosas resultan tan importantes como estimular en los niños más pequeños el gusto por los libros y la lectura. Este sencillo y emotivo libro lo consigue. Marieta es una anciana jubilada que pide libros prestados en el bibliobús, al igual que los niños de la escuela en la que el bibliobús se detiene cada dos meses. El cariño de los niños emociona a Marieta, y es saludada siempre por ellos con un encantador "suplicio" de veinticuatro besos.Pocas cosas resultan tan importantes como estimular en los niños más pequeños el gusto por los libros y la lectura. Este sencillo y emotivo libro lo consigue. Marieta es una anciana jubilada que pide libros prestados en el bibliobús, al igual que los niños de la escuela en la que el bibliobús se detiene cada dos meses. El cariño de los niños emociona a Marieta, y es saludada siempre por ellos con un encantador "suplicio" de veinticuatro besos.
El suplicio de los besos
La primera vez que vimos a Marieta fue un martes. El bibliobús acababa de pararse delante del colegio. Alicia, la profesora, nos dijo que era el día que a nuestra clase le tocaba elegir libros, y salimos corriendo.