Es este sin duda un fantástico libro, pleno de imaginación y talento, que atrapará a los niños y a los no tan niños. Un ejercicio de excelente literatura, como corresponde a este autor, famoso en la Inglaterra victoriana por sus libros, que han sido incluso comparados con los de Lewis Carroll y que han dejado huella en las obras de J. R. R. Tolkien, entre otros. El estudio preliminar y la traducción, ambos de Carmen Martín Gaite, unida a la impecable edición, sitúan a La princesa y los trasgos en la categoría de libro imprescindible.Es este sin duda un fantástico libro, pleno de imaginación y talento, que atrapará a los niños y a los no tan niños. Un ejercicio de excelente literatura, como corresponde a este autor, famoso en la Inglaterra victoriana por sus libros, que han sido incluso comparados con los de Lewis Carroll y que han dejado huella en las obras de J. R. R. Tolkien, entre otros. El estudio preliminar y la traducción, ambos de Carmen Martín Gaite, unida a la impecable edición, sitúan a La princesa y los trasgos en la categoría de libro imprescindible.
La princesa y los trasgos
Había una vez una princesita cuyo padre reinaba en una vasta comarca, plagada de montes y valles. En la cima de uno de estos montes se alzaba el palacio real, magnífico en proporciones y belleza. Irene, que así se llamaba la princesa, había nacido allí, pero como la reina tenía una salud muy precaria, a poco de dar a luz encargó a unos aldeanos la crianza de su hija.