Los dos hermanos se sobresaltan cuando suena el teléfono en su casa pensando que la vecina les va a regañar por el escándalo que están armando, pero se alegren al saber que la anciana sólo quiere pedirles que le hagan la compra. Un libro que resalta la relación entre los dos hermanos, cómo juegan y cómo discuten porque los dos quieren lo mismo ( llevar el dinero de la compra). Pone de relieve también la sensación de ser mayor y la imaginación con la que resuelven el problema de la pérdida del billete: deciden hacer la compra en la nevera de su casa.
Los dos hermanos se sobresaltan cuando suena el teléfono en su casa pensando que la vecina les va a regañar por el escándalo que están armando, pero se alegren al saber que la anciana sólo quiere pedirles que le hagan la compra. Un libro que resalta la relación entre los dos hermanos, cómo juegan y cómo discuten porque los dos quieren lo mismo ( llevar el dinero de la compra). Pone de relieve también la sensación de ser mayor y la imaginación con la que resuelven el problema de la pérdida del billete:... Seguir leyendo
Lidia y yo vamos a la compra
Un día en que mi hermana Lidia y yo estábamos armando en casa un escándalo descomunal, sonó el teléfono. Los dos nos tiramos sobre el aparato porque nos encanta hablar por teléfono. Pero yo fui más rápido.
-¿Con quién hablo? -dijo una mujer-. Niños, ¿hacéis vosotros ese jaleo?
Era la señora Mayer, que vive en el piso de abajo. No respondí me daba vergüenza. Lidia me arrancó el auricular de la mano y dijo:
-Somos nosotros. ¿Quién si no?
-¡Vaya! –susurré-. Ahora se va a quejar al portero. Cuelga, Lidia.