Las brujas no existen
Yayalali se planta delante de mí. Yayalali es mi abuela Eulalia.
-¿Quieres que te cuente una historia de brujas? –me dice.
-¡Oh, sí! –contesto dando palmadas.
De pronto me mira profundamente a los ojos.
-¿Crees que las brujas existen en realidad?
-Pues, no sé...
Entonces, Yayalali me lanza con una voz terrible:
-¡Nina, que las brujas no existen! Se va a la cocina, vuelve con un tazón de chocolate caliente y lo deja delante de mí. Pulga, la perrita, sale dando gritos de alegría. Tiene la tripa muy gorda.