La Padreteca
Jaime estaba en la biblioteca esperando a su padre. Estaba arrodillado en el suelo, junto a la sección de libros de gran formato, leyendo la
Historia ilustrada del fútbol. Entonces se oyó el sonido de un claxon.
-Es tu padre -dijo Elena, que estaba en su misma clase-. Parece tener prisa.
-Él siempre tiene mucha -protestó Jaime-. A veces me gustaría que se pudiera cambiar a los padres. ¡Como los libros en la biblioteca! Me gustaría que hubiera una biblioteca de padres.