La sonrisa del diablo
Las luces de la costa se alineaban a la izquierda del aparato, perfectamente visibles desde las ventanillas de ese lado. Formaban una línea viva que separaba el mar de tierra firme. Era un moteado amarillo que tachonaba la oscuridad con su fuerza pura, recortando formas, creando misterios, configurando un mundo situado apenas a unos cientos de metros del avión que...