Una novela de tono oral donde África cobra entidad en los paisajes rojizos y en la fuerza de su naturaleza, en el bullicio de los mercados y en los bailes de los cortejos fúnebres... Llama la atención la variedad de religiones, de creencias, de lenguas y de costumbres alimentarias, así como la generosidad de la gente para ayudar al prójimo, ya que quien no tiene dinero ofrece un trozo de carne. Y todo ello desde la mirada de un preadolescente que supera sus miedos cumpliendo el rito iniciático de enfrentarse a los problemas adultos. Una novela de tono oral donde África cobra entidad en los paisajes rojizos y en la fuerza de su naturaleza, en el bullicio de los mercados y en los bailes de los cortejos fúnebres... Llama la atención la variedad de religiones, de creencias, de lenguas y de costumbres alimentarias, así como la generosidad de la gente para ayudar al prójimo, ya que quien no tiene dinero ofrece un trozo de carne. Y todo ello desde la mirada de un preadolescente que supera sus miedos cumpliendo el rito iniciático de enfrentarse a los problemas adultos.

Si un león te pregunta la hora

–¡Tomeo! ¿Has acabado ya? –preguntó mamá Masiti desde la cocina. Yo estaba quitando las plumas a una gallina y al principio no contesté, pues aún no había terminado. Ella no podía prescindir de mí. Nadie hace este trabajo tan rápido y tan bien como yo, lo que no es ninguna ventaja: cada semana tengo que desplumar unas cien gallinas, porque mamá luego va a venderlas. Lástima que mis dos hermanas Alice y Alwine sean aún demasiado pequeñas para este trabajo.
–¡Date prisa, Tomeo! –gritó desde la cocina como si yo estuviera sordo.