Santi está aprendiendo a leer y escribir, pero casi nunca le da tiempo a terminar los ejercicios en el colegio, por lo que debe acabarlos en casa. Se acerca la hora de irse a la cama y Santi no ha finalizado su trabajo, pues aún tiene que escribir cuatro frases en su cuaderno. El autor nos ofrece una historia sobre la importancia de la escritura como hecho creativo, y la necesidad de no coartar los procesos de aprendizaje, a veces, excesivamente constreñidos por la educación reglada. Destaca la perfecta y necesaria simbiosis entre el escritor y el ilustrador. Santi está aprendiendo a leer y escribir, pero casi nunca le da tiempo a terminar los ejercicios en el colegio, por lo que debe acabarlos en casa. Se acerca la hora de irse a la cama y Santi no ha finalizado su trabajo, pues aún tiene que escribir cuatro frases en su cuaderno. El autor nos ofrece una historia sobre la importancia de la escritura como hecho creativo, y la necesidad de no coartar los procesos de aprendizaje, a veces, excesivamente constreñidos por la educación reglada. Destaca la perfecta y necesaria simbiosis entre el escritor y el ilustrador.

El cuaderno de hojas blancas

A Santi le cuesta mucho leer y escribir.
Casi nunca le da tiempo a terminar los ejercicios en el colegio, y debe acabarlos en su casa.
Por eso cada día, después de merendar, Santi tiene que copiar en su cuaderno de escritura las letras, los números y las frases que no pudo hacer en el colegio.