Ratoncillos, mirlos, zorros, ardillas, duendes... El universo de estos relatos del escritor egipcio Grégoire Solotareff está plagado de personajes graciosos, atrevidos, ingeniosos. Se trata de un conjunto de 93 cuentos breves en los que sus protagonistas viven situaciones repletas de guiños cómplices al mundo actual, algunas de ellas no exentas de cierta crudeza o desencanto, pero siempre llenas de humor e ironía. Pequeñas postales del mundo cotidiano que nos rodea, cada uno de estos cuentos posee vida y colorido a partes iguales.
Ratoncillos, mirlos, zorros, ardillas, duendes... El universo de estos relatos del escritor egipcio Grégoire Solotareff está plagado de personajes graciosos, atrevidos, ingeniosos. Se trata de un conjunto de 93 cuentos breves en los que sus protagonistas viven situaciones repletas de guiños cómplices al mundo actual, algunas de ellas no exentas de cierta crudeza o desencanto, pero siempre llenas de humor e ironía. Pequeñas postales del mundo cotidiano que nos rodea, cada uno de estos cuentos posee vida y colorido a partes iguales.
Cuentos de primavera
Ramilletes de azafrán amarillo vivo, cuyas flores acababan de abrirse con los primeros rayos del sol, brotaban entre el terciopelo verde del musgo. Juan sonrió pensando que eran como caramelos esparcidos sobre un tapiz verde; se habría comido unos cuantos con mucho gusto. Eran las siete de la mañana, la brisa era fresca y de repente Juan sintió que se le enfriaban las napias.
-¡Julia!... ¡Es primavera! ¡Despiértate!
«Qué frío hace para la estación», pensó, frotándose las mejillas con sus manitas cubiertas de pelo.