Hay realidades tan evidentes que no es necesario afirmarlas. Este es el bello mensaje que transmite el cuento inuit en el que está basado este álbum. Su lectura evoca un mundo de costumbres y creencias ancestrales que sorprenderá al lector por su proximidad. Y de sentimientos como la vanidad y el afán por destacar que generan rivalidades y dan lugar a conflictos. El relato posee una estructura encadenada que dota de gran ritmo a la trama argumental. Las ilustraciones proporcionan comicidad al texto a través de los rasgos caricaturescos de algunos de los personajes.Hay realidades tan evidentes que no es necesario afirmarlas. Este es el bello mensaje que transmite el cuento inuit en el que está basado este álbum. Su lectura evoca un mundo de costumbres y creencias ancestrales que sorprenderá al lector por su proximidad. Y de sentimientos como la vanidad y el afán por destacar que generan rivalidades y dan lugar a conflictos. El relato posee una estructura encadenada que dota de gran ritmo a la trama argumental. Las ilustraciones proporcionan comicidad al texto a través de los rasgos caricaturescos de algunos de los personajes.
Yo soy el más alto
Volviendo de la escuela, dos niños inuit discutían sobre cuál de los dos era el más alto. Uno de los dos niños se llamaba Jonah, el otro Enuki. Jonah y Enuki se pusieron uno al lado del otro y miraron de reojo hacia arriba para averiguar si uno era un poco más alto que el otro. Jonah afirmó: -Está claro que el más alto de los dos soy yo.