Un día, todos los niños y mayores que acudían a la panadería del protagonista dejaron de hacerlo. Inocentemente, Belisario salió sin ropa en uno de sus espectáculos de cuentacuentos, desvelando a todo el pueblo su verdadera identidad. Esto provocó que desde ese día el miedo y los prejuicios llevaran a los aldeanos a prohibir a los niños disfrutar de su compañía.
Contada desde el prisma de quien fue encargado de comprar el pan de pequeño –como todos–, las vivencias de este tigre-panadero que tiene una especial relación con los niños, sirve como arma contra la intolerancia y los prejuicios. La historia esconde una acertada crítica a todos aquellos que juzgan sin conocer. Solo los niños, con su amistad sincera, son capaces de redimir al tigre, condenado sin culpa, rebelándose contra todo hasta cambiar la situación.
Un día, todos los niños y mayores que acudían a la panadería del protagonista dejaron de hacerlo. Inocentemente, Belisario salió sin ropa en uno de sus espectáculos de cuentacuentos, desvelando a todo el pueblo su verdadera identidad. Esto provocó que desde ese día el miedo y los prejuicios llevaran a los aldeanos a prohibir a los niños disfrutar de su compañía.
Contada desde el prisma de quien fue encargado de comprar el pan de pequeño –como todos–, las vivencias de este... Seguir leyendo
Belisario
A mí, como a todos los niños, me tocaba ir a comprar el pan. El panadero se llamaba Belisario.
Era un tigre, un tigre-panadero.
Todo el pueblo compraba el pan que hacía Belisario.
Todo el pueblo adoraba a Belisario, sobre todo nosotros, los niños, ¡porque siempre nos daba dulces!