Segundo verano en vaqueros
Bridget estaba sentada en el suelo de su habitación con el corazón desbocado. Sobre la moqueta había cinco sobres, todos dirigidos a Bridget y Perry Vreeland, todos con matasellos de Alabama. Eran de una mujer que se llamaba Greta Randolph, la madre de su madre.
La primera carta tenía fecha de hacía cinco años y los invitaba a asistir a un funeral en memoria de Marlene Randolph Vreeland.