¿Qué hacen juntos un abarrotero, un telegrafista, un comisario, un ranchero, una profesora, un panadero, un pintor de letreros, un barbero, un lampero y un ebanista? En esta historia se unen sin conocerse de nada para fundar un pueblo en el oeste americano. Pero Florence necesita ferrocarril, sin el tren el pueblo no puede subsistir; también la compañía necesita el pueblo. La escritora, de una manera muy ágil y coherente, narra de forma paralela las aventuras que viven todos ellos para conseguir que el tren se detenga en su población y la vida de cada miembro, con la que se podría crear una historia diferente.
¿Qué hacen juntos un abarrotero, un telegrafista, un comisario, un ranchero, una profesora, un panadero, un pintor de letreros, un barbero, un lampero y un ebanista? En esta historia se unen sin conocerse de nada para fundar un pueblo en el oeste americano. Pero Florence necesita ferrocarril, sin el tren el pueblo no puede subsistir; también la compañía necesita el pueblo. La escritora, de una manera muy ágil y coherente, narra de forma paralela las aventuras que viven todos ellos para conseguir que el tren se... Seguir leyendo
Detengan el tren
Como alguien iracundo que se mete en la fila, el tren se abarquilló sobre sus amortiguadores y pegó una furiosa sacudida. Y luego otra en dirección opuesta: un tirón que fue recorriendo un vagón tras otro, hundiendo a sus pasajeros en sus asientos y luego lanzándolos hacia fuera. Cacerolas y cafeteras cayeron por el suelo con gran estrépito.