De Gabriel a Gabriel
Mi padre no está muerto. Es solo que se ha marchado a un viaje muy largo. Tardará días en volver. Tal vez, cuando lo haga, yo ya no esté aquí. Se fue hace dos semanas. Justo catorce días.
Siempre me he reído de los diarios, de esas debilidades de verter los pensamientos en un papel. Son cosas de chicas. Yo soy un hombre. Supongo...
Este cuaderno, de tapas duras con pequeños cuadros azules y blancos, me los regaló Alejandra. Como tantas otras cosas. La verdad es que no me he portado demasiado bien con ella. Nunca. Desde que la conozco hace cinco años. Cuando llegó al colegio.