Pablo Diablo ve a la Reina
¡Fin de semana! ¡El maravilloso y delicioso fin de semana! Dormir hasta muy tarde. Desayunar en pijama. Ver la tele por la mañana. Ver la tele por la tarde. Ver la tele por la noche. Y nada de escuela ni de señorita Guillotina por dos días.
La verdad es que los fines de semana tenían una cosa mala. Pablo no quería ni recordarla. Pensó esperanzado que, a lo mejor, a su madre se le olvidaba.
A lo mejor esta vez no se metía por medio y lo fastidiaba todo.