La mamá pingüino chilló tan fuerte a su hijo que lo rompió en mil pedazos. Después se arrepintió y pidió perdón. Un sencillo argumento para exponer que en las relaciones familiares hay tiempos y motivos para enfadarse y para reconciliarse. Las ilustraciones tienen una gran fuerza narrativa y resultan en ocasiones tanto o más descriptivas que el propio texto. Están acertadamente secuenciadas y contienen detalles que no aparecen en la narración. Una breve historia circular llena de humor, ternura y sorpresas, adecuada para contar a los más pequeños.La mamá pingüino chilló tan fuerte a su hijo que lo rompió en mil pedazos. Después se arrepintió y pidió perdón. Un sencillo argumento para exponer que en las relaciones familiares hay tiempos y motivos para enfadarse y para reconciliarse. Las ilustraciones tienen una gran fuerza narrativa y resultan en ocasiones tanto o más descriptivas que el propio texto. Están acertadamente secuenciadas y contienen detalles que no aparecen en la narración. Una breve historia circular llena de humor, ternura y sorpresas, adecuada para contar a los más pequeños.
Madrechillona
Esta mañana, mi madre me chilló de tal forma que salí volando en pedazos...